
La luz del mediodía inunda un mesón familiar. Los ventiladores de techo giran a toda velocidad. Manteles de papel blanco recubren mesas cuadradas y rectangulares. Los camareros portan bandejas llenas de bebidas.
En el centro de la sala, en una mesa pequeña, espera PACO, de 45 años. Algo entrado en carnes y ataviado con chaqueta, corbata y ojeras, resopla en solitario frente a un vaso de agua.
De su bolsillo saca una caja de paracetamol de 1 gramo. Se mete una de las pastillas en la boca y se acerca el vaso de agua cuando…
MERCEDES (55), de complexión atlética y piel inmaculada, le coloca a Paco una mano sobre el hombro.
MERCEDES: ¿Te hace falta un Valium antes de empezar?
Paco se atraganta y se golpea el pecho, negando con la cabeza. Mercedes se sienta frente a él, esperando a que termine de toser.
MERCEDES: Te has guardado las fotos buenas para Tinder, ¿eh? Además, he mirado tu Instagram y me he dado cuenta de que hace tres años que no sales sin camiseta.
Paco bebe un sorbo más de agua.
PACO: Oye, que yo voy al gimnasio dos y hasta tres veces por semana.
MERCEDES: Pues dime qué gimnasio es, que no vaya nunca.
PACO: Tú tendrás la tarde entera para hacer ejercicio. Yo tengo que ganar 60.000 euros al año.
MERCEDES: ¿Qué vas, a impresionarme? Las mujeres no queremos un tío rico, queremos un tío competente. En todos los ámbitos. ¿De qué me vale que te forres en la bolsa si luego no haces ejercicio, o no sabes cocinar?
PACO: Prefiero no saber cocinar a tener un sueldo de maestra interina. ¿Tú no esperarás que yo te mantenga?
MERCEDES: ¿Te he pedido yo eso?
PACO: ¿Y te he pedido yo que me cocines? Estamos en un restaurante y además en domingo, que es cuando a ti te venía bien.
MERCEDES: Y a ti te venía bien estar de resaca.
PACO: ¿Para qué voy a poner el listón alto si luego no estoy a la altura? Este soy yo de resaca los domingos. ¿Que te molesta y no te quieres quedar a comer? Ahí tienes la puerta.
Mercedes guarda silencio sin pestañear.
LAURA (30), una chica de moño apretado y blusa holgada, llega a la mesa.
LAURA: Holaaaa.
Laura le da un beso en la mejilla a Mercedes y otro en los labios a Paco.
LAURA: Hola, cariño.
Laura se sienta entre ambos.
LAURA: ¿Qué me he perdido?
MERCEDES: Que tu exmarido me gustaba más que este.
LAURA: ¡Mamá!
FIN